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De la tarea del poeta al dilema electoral

  En su "Poética", Aristóteles discernía entre los oficios del historiador y el poeta diciendo: "no es oficio del poeta contar las cosas como sucedieron, sino como debieran o pudieran haber sucedido." En la misma línea, Del Toro, en una entrevista tras ganar el Oscar por su película "La forma del agua", señalaba que se dedicaba al cine porque la realidad está muy mal escrita, pues en ella, los malos sí ganan. La evidencia nos muestra que Aristóteles y Del Toro tienen razón, y más en un país donde la impunidad es superior al 90 por ciento. Aquí, los "malos" sí ganan, porque saben que no importa lo que hagan, nadie los va a castigar. Es de llamar la atención que en un país con tan alto número de "creyentes", les sea tan difícil distinguir entre lo "bueno" y lo "malo". Porque "lo malo" se transforma en "bueno", dependiendo de quién lo haga. O tal vez es por eso mismo por lo que este fenómeno de &

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