Sobre los géneros del drama

 



      De la similitud con la vida

Cuando vamos al cine, vemos una serie de televisión o leemos un libro de ficción, podemos notar que no todos son iguales. Algunos nos hacen reír, otros nos provocan llanto; nos emocionan o nos hacen reflexionar. Y esto sucede porque cada historia está presentada de acuerdo a características diferentes. A estas características las conocemos como géneros dramáticos.

Los géneros agrupan las distintas historias de acuerdo a ciertos elementos en común. Y cada género nos ofrece distintas posibilidades. En realidad, no es que haya un género que sea mejor que otro; simplemente, cada uno está diseñado para producir un efecto diferente en nuestro lector o espectador. Así que, si queremos decir algo y producir un efecto específico, podremos elegir el género que sea más adecuado para contar la historia que tenemos en mente.

De acuerdo a la teoría dramática, tenemos 7 géneros básicos que, a su vez están clasificados en tres grupos dependiendo de la similitud que presentan con respecto a la vida cotidiana. Así, tenemos tres grandes grupos: Los que presentan hechos probables; los que presentan hechos posibles; y finalmente, un solo género que presenta hechos imposibles.

Los hechos probables son aquellos que vemos cotidianamente en la realidad; es decir, se puede probar que suceden. Si tomamos un borrador del pizarrón, y luego lo soltamos, lo probable que pase es que caiga al piso. Podemos repetir el experimento una, dos o diez veces; y comprobaremos que siempre el borrador cae al piso. Quizás haya variaciones pequeñas en la forma de caer y rebotar; pero siempre caerá. Es decir, es algo que se puede probar en la realidad; es un hecho probable.

Los hechos posibles son aquellos que ya se alejan un poco de la realidad cotidiana; es decir, pueden suceder, pero no es tan común que sucedan. Imaginemos que compramos un boleto de avión de clase turista y, un momento antes de abordar el avión, nos avisan que, como hubo sobreventa de esos boletos, la línea aérea vendió dos veces nuestro lugar. Así las cosas, como ellos son los responsables, tienen que ofrecernos un lugar en primera clase. ¡Genial! ¡Qué buena suerte! Eso me pasó en realidad en un viaje. No es lo común; de hecho, desgraciadamente, no me ha vuelto a pasar. Pero sí pasó una vez. Entonces, es un hecho posible; no es lo común, pero puede suceder.

Finalmente tenemos los hechos imposibles. Como su nombre lo indica, se refieren a todos aquellos que podemos imaginar, pero que no suceden en la realidad cotidiana: Naves alienígenas aterrizando en el jardín de nuestra casa (La guerra de los mundos, Día de la Independencia, Hombres de negro, etc.); robots intentando apoderarse del mundo (Yo robot, Terminator, Blade runner); el mundo poblado por criaturas fantásticas (El señor de los anillos, Narnia, Harry Potter); dioses conviviendo con humanos (Percy Jackson y el ladrón del rayo). Es decir, son hechos que no vemos en la realidad cotidiana.

De esta manera, en el terreno de los hechos probables, están la tragedia, la comedia y la pieza. En el de los hechos posibles, el melodrama, la tragicomedia y la obra didáctica, y en el de los hechos imposibles, la farsa.

Como podemos apreciar, los tres grupos nos permiten una gran gama de posibilidades para ubicar la historia que tenemos rebotando en nuestra mente.

Veamos a continuación algunas características básicas de cada género.

 

Tragedia

Es un género que tiene su origen en la antigua Grecia alrededor del siglo VI antes de nuestra era. Se caracteriza porque el protagonista de la historia es un transgresor (alguien que viola una ley, norma o regla) a valores éticos como la justicia, la libertad, el amor, o el respeto a la vida.

El protagonista de tragedia o "héroe trágico", es un personaje con virtudes y una pasión o hybris (desmesura), que normalmente corresponde a un impulso antisocial descontrolado: ira, gula, soberbia, lujuria, pereza, avaricia o envidia; que lo lleva a realizar una transgresión (error trágico) que desordena su entorno, y al final es destruido como consecuencia de sus acciones. También es una constante que las acciones del héroe trágico provoquen la muerte de otros personajes. Esto lo podemos ver en obras como: Macbeth, Hamlet, Romeo y Julieta, Edipo rey, etc.

El tema fundamental de la tragedia es la justicia. Y, de acuerdo a Aristóteles, los protagonistas de este género son “los mejores que nosotros”; es decir, gobernantes, nobles, aristócratas, y personas que ocupan cargos públicos.

Como género, la tragedia busca provocar catarsis (purga o liberación de los impulsos antisociales), motivando al lector o espectador a la moderación de sus pasiones.

Se puede tener una idea más clara de este género leyendo Edipo rey de Sófocles.

 


Comedia

Es el segundo gran género inventado por los antiguos griegos. Se caracteriza porque el protagonista de la historia, al igual que en la tragedia, es un transgresor. Sin embargo, su transgresión es a otro tipo de valores; en este caso, valores morales, que permiten la sana convivencia social: honestidad, respeto, gratitud, lealtad, solidaridad, generosidad, amistad y humildad.

        El protagonista de comedia o "personaje cómico", es un personaje con virtudes y un vicio de carácter que lo lleva a crear situaciones incómodas en su entorno social; pero nunca pone en peligro la vida de nadie, porque las situaciones provocan más bien, la risa. Al final, el personaje cómico queda en ridículo y recibe un castigo social expresado a través de la risa burlona como consecuencia de sus acciones: Lisístrata, El militar fanfarrón, Las preciosas ridículas, etc.

El tema fundamental de la comedia es la crítica social. Y los protagonistas de este género son “los peores que nosotros”; es decir, todo aquel que por sus acciones caiga en el ridículo.

Como género, la comedia se propone criticar vicios sociales, motivando al lector o espectador a respetar los valores morales de buena convivencia social.

        Se puede tener una idea más clara de este género con la lectura de Las preciosas ridículas de Molière.

 


Pieza

Es el último género que nos presenta hechos probables; y quizás sea el que esté más cerca de la realidad cotidiana. Se caracteriza porque el protagonista de la historia, podría ser cualquiera de nosotros. Es decir, una persona normal que, en algún momento de su vida, se desvió de sus sueños o metas, y, por lo tanto, podría considerarse que "fracasó" porque no consiguió lo que quería en la vida. Más que mostrarnos una transgresión como en los géneros anteriores, la pieza nos muestra lo que puede pasar si no tenemos la fortaleza, o tenacidad para buscar nuestros sueños.

El protagonista de pieza no cambia al terminar la historia, generando una sensación de desazón o amargura (Esperando a Godot). En algunos casos, solo toma conciencia de su situación, pero ya es incapaz de cambiar (Ifigenia cruel).

La mediocridad, el fracaso y los sueños rotos son temas recurrentes de la pieza. Según Aristóteles, los protagonistas de pieza son “los iguales a nosotros”; es decir, los de en medio o promedio.

Como género, la pieza se propone provocar la auto reflexión y toma de conciencia del lector o espectador respecto a las consecuencias de postergar la búsqueda de sus metas y sueños.

       Se puede tener una idea más clara de este género con la lectura de Casa de muñecas de Ibsen. Solo hay que tener en cuenta que el protagonista es Helmer y no Nora, como muchos creen erróneamente.

 


Melodrama

Es el primero de los géneros que nos presentan hechos posibles; es decir, aquellos que, aunque no son comunes en la vida cotidiana, sí pueden suceder. Según varios autores, es el género predilecto en Latinoamérica y Japón. Se caracteriza por dividir la acción en dos fuerzas que se oponen: los "buenos" contra los "malos". En el melodrama, el protagonista de la historia, pertenece al grupo de los buenos; quiere algo que es positivo (una pareja, ayudar a sus padres, salvar animales, etc.) y tiene que enfrentarse a "villanos" (amigos envidiosos, novios celosos, padres intolerantes, etc.) que no lo dejan conseguir lo que desea. A lo largo de la acción nos emocionamos; es decir, sentimos de forma intensa distintas emociones (amor, odio, tristeza, alegría, etc.). Así que, si el protagonista triunfa, es gracias a sus virtudes; pero si fracasa, es por las intrigas de los malos. Es la dinámica que podemos ver en todas las telenovelas.

El protagonista de melodrama es simple y unidimensional. El amor y la lucha entre el bien y el mal son temas recurrentes del melodrama. Y, como género, su única intención es emocionar y divertir.

        Se puede tener una idea más clara de este género viendo cualquier telenovela o incluso, la lucha libre, que sigue la misma dinámica.

 


Tragicomedia

Es el segundo de los géneros que nos presentan hechos posibles; es decir, aquellos que, aunque no son comunes en la vida cotidiana, sí pueden suceder. Según varios autores, es el género más usado en las series de televisión y películas de Hollywood. Se caracteriza por presentarnos a un héroe que debe salvar muchos obstáculos y peligros para alcanzar su meta. La tragicomedia nos presenta una estructura muy similar a la de El viaje del héroe, propuesta por Joseph Campbell para los mitos en su libro El héroe de las mil caras. El protagonista tiene algo que aprender, y, al enfrentar sus miedos y superar peligros, crece, madura y aprende para llegar a su meta como un personaje renovado y mejorado.

Aunque el protagonista de tragicomedia también es simple, siempre busca mejorar. Como género, la tragicomedia nos inspira a esforzarnos para conseguir nuestros objetivos y realizar nuestros sueños. Los temas recurrentes en este género son el crecimiento, el aprendizaje y el proceso de maduración del individuo.

       Se puede tener una idea más clara de este género en películas como Gravity o La propuesta.

 


Obra didáctica

Es el último de los géneros que nos presentan hechos posibles. Varios ejemplos del género los vemos en los Autos Sacramentales del Siglo de Oro Español y en las obras de Bertolt Brecht. Se caracteriza por presentarnos un debate ideológico o conceptual más que el enfrentamiento de personajes individuales, en una dinámica dialéctica: tesis enfrentada a una antítesis y que da por resultado una síntesis. En la obra didáctica podemos ver el enfrentamiento entre posturas: capitalismo versus comunismo (Robots Universales Rossum); predestinación versus libre albedrío (La vida es sueño, El condenado por desconfiado, Los signos del zodiaco); etc. La obra didáctica promueve un pensamiento lógico.

En este género podemos tener un protagonista colectivo. Todo tipo de temas pueden prestarse a debate en este género.

          Se puede tener una idea más clara de este género leyendo La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca.

 


Farsa

Es el género que nos presenta hechos imposibles; es decir, aquellos que solo existen en nuestra imaginación pero que no vemos en la vida cotidiana. Si lo que vemos es muy exagerado o fantástico, seguramente estamos viendo una farsa. La ciencia ficción (Blade runner, Yo robot, Star Wars); la fantasía (Harry Potter, El señor de los anillos, Narnia); los superhéroes (Batman, Spider-Man, Capitán América); cuentos de hadas (Alicia en el país de las maravillas, Cenicienta); vampiros, fantasmas, (Crepúsculo, Inframundo, Walking Dead); etc. Todos estos universos son parte del mundo de la farsa. 

    Por otro lado, la farsa es el único de los géneros que necesita juntarse con cualquiera de los otros para funcionar. Así podemos tener:

  • Farsa + tragedia: Farsa trágica
  • Farsa + comedia: Farsa cómica
  • Farsa + pieza: Pieza fársica
  • Farsa + melodrama: Farsa melodramática
  • Farsa + tragicomedia: Farsa tragicómica
  • Farsa + obra didáctica: Farsa didáctica

        De esta manera, la farsa aporta el tono grotesco o exagerado, pero el resto de las características, las toma del género con el cual se fusiona.

   Se puede tener una idea más clara de este género leyendo Ubú rey, de Alfred Jarry o Esperando a Godot de Samuel Beckett.


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