Calaveras literarias
Las calaveras literarias han sido a lo largo de los
años una tradición para las celebraciones de Día de Muertos en México. Entre
sus características más importantes destacan que el tema debe girar en torno a la
muerte; que están escritas en verso; el tono es festivo, lúdico y satírico; y
los protagonistas de los versos son personajes y situaciones del momento.
Las fuentes parecen estar de acuerdo en que la tradición de las calaveras literarias tiene su antecedente más conocido en la publicación de la obra: La portentosa vida de la muerte de Fray Joaquín Bolaños en 1792. Sin embargo, la fuerte censura colonial impediría que este tipo de publicaciones se generalizara. Por ello, sería necesario esperar hasta mediados del siglo XIX para que este tipo de escritos surgiera como un medio de expresión y crítica social. Combinando ingenio y humor, las primeras calaveras literarias centraban su atención en ridiculizar a las clases adineradas y las injusticias sociales de su momento.
Como en los tiempos que corren sigue habiendo desfiguros de la clase política y demasiados muertos por todos lados, parece muy prudente y provechoso utilizar este recurso literario para expresar el descontento social de forma lúdica y jocosa. Porque la risa es el único recurso que le queda a quien no puede más que reírse de sus desgracias.
Así que, sin más preámbulo, dejo aquí mi contribución a la larga tradición de la calavera literaria.
La Catrina burlona
La Catrina vino a verme
preocupada de verdad
con su sombrero de flores
pero sin gran vanidad.
"El Mictlán se está llenando
de paisanos por montón
que nos manda el de Palacio
con su mal transformación."
"Ya no cabe tanto muerto
por pandemia y corrupción.
Los niños sin medicina
nos llegan en un cajón."
"No hay mal que dure cien años
y este mal acabará
colgado de sus zapatos
y metido en un costal."
"Ya me voy, no me detengas
voy camino del Mictlán,
y al que mal haga en la tierra
me lo tengo que llevar. "
¡Ay Catrina, no me digas!
Has de ser oposición.
Que no te escuche la gente
que sigue a ese gran Señor.
Que, aunque aquí hay libre albedrío
y libertad de expresión,
no quieres que te sorprendan
hablando en "conservador".
Mejor ya vete a tu tierra
de muerte y desolación.
No me metas en problemas,
no quiero complicación.
Y la Catrina se marcha
muy sonriente y muy feliz
llevando ese pan de muerto
que tomó de mi veliz.
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