Sábanas y banderas




       Camino por las calles del centro de la ciudad. Frente a mí hay un edificio antiguo y por la ventana sale una mujer que extiende una sábana que ondea al viento como una gran bandera. Al instante viene a mi mente la bandera blanca que avisaba a los londinenses del tiempo de Shakespeare que habría función de teatro. En una época en la que no había marquesinas, los ingeniosos productores isabelinos habían creado un sencillo sistema de codificación para avisarle al público lo que tendrían en cartelera. Si la bandera era blanca, habría una comedia, pero si la bandera era negra, la función sería de una tragedia. Las funciones iniciaban alrededor de las 2 de la tarde y se podían prolongar mientras hubiera luz de día, ya que en aquellos tiempos no existía la iluminación artificial.
        El Globo construido en 1599 en las afueras de Londres y en las márgenes del río Támesis, es quizás el teatro más conocido de esta época. Hecho de madera y con capacidad para más de 3000 espectadores ha pasado a la posteridad por albergar los estrenos de las principales obras de William Shakespeare. En 1613 quedó reducido a cenizas por un incendio, fue reconstruido un año después y permaneció abierto 30 años más hasta que en 1644 la presión puritana obligó a su cierre y posterior demolición. Fueron necesarios 3 siglos y medio para que El Globo pudiera ser reconstruido ofreciéndole a los amantes del teatro isabelino una muestra de la gloria que disfrutaban los espectadores del siglo XVII. Y para los que no han ido a Londres, un buen referente visual de esa época, lo pueden encontrar en la película Shakespeare in love.    
Por otro lado, una de las obras estrenadas en el escenario del antiguo teatro de El Globo, fue La tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca que nos ofrece un ejemplo claro de los gustos de la época. La obra incluye elementos que la han hecho muy popular y aceptada desde el momento de su estreno como son: la aparición del fantasma del rey y la utilización del saber popular en torno a las almas en pena; los temas de la venganza, la traición y el incesto; la aparente ruptura del tono serio con la inclusión de momentos cómicos; el recurso del teatro dentro del teatro y finalmente, el gusto por los hechos de sangre.
        Hamlet tal vez sea  la obra más extensa de William Shakespeare y se calcula que una representación sin ningún corte, tendría una duración aproximada de 4 horas. Sigmund Freud la comparó con el Edipo Rey de Sófocles y la utilizó también para sus teorías psicoanalíticas en relación a las fijaciones edípicas y el incesto.
        Si no te impresiona la extensión de 29,551 palabras distribuidas a lo largo de 5 actos, te recomiendo leer La tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca, una de las obras más representadas de William Shakespeare. Por algo será.

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Comentarios

  1. muy buena por que habla de lo que es el teatro en otras epocas

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  2. Si te interesa el teatro en el mundo antiguo, también puedes checar las entradas sobre "Edipo y los problemas de tránsito" y "La tragedia".
    Saludos.

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  3. Gracias estimado Marco, un abrazo

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  4. Igualmente un abrazo y gracias por visitar este blog.

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