Cristo, la luna y Tezcatlipoca
Semana Santa. Para muchos una época
para descansar, salir a la playa y vacacionar. Para otros, un tiempo para
reflexionar y recordar. Vale la pena notar que a pesar de ser una de las
celebraciones más importantes del calendario católico, no tiene una fecha fija.
Cada año, la Semana Santa
cae en un día diferente entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Pero, ¿quién o
qué determina la fecha exacta en que debe celebrarse la Semana Santa ?
A principios del siglo IV había una
gran confusión entre los cristianos en lo referente a cuándo celebrar la Pascua. Se hace patente la
necesidad de unificar criterios a utilizar por toda la cristiandad. El primer
paso se da en el concilio de Nicea en el año 325, ahí se decide que la pascua
debe celebrarse en domingo pero nunca debe coincidir con la pascua judía.
Después, en el año 525, Dionisio el Exiguo establece unas premisas para el
cálculo preciso de la fecha:
1. La pascua ha de caer en
domingo
2. este domingo ha de ser el
siguiente a la primera luna llena después del equinoccio de primavera.
Así las cosas, es la luna la que
determina la fecha precisa en que ha de celebrarse la semana santa. Pero ¿por
qué la luna?
De acuerdo a la historia, el primer
jueves santo, en el cual Jesús celebraba la Pascua Judía con sus discípulos
antes de su arresto, había luna llena. Sabemos esto, porque siempre la Pascua Judía coincide con el
plenilunio. Y no parece casualidad que el viernes santo llueva. Estos elementos
nos marcan una estrecha relación entre los astros (equinoccio, luna llena), el
inicio de la temporada de lluvias y la Semana
Santa. ¿Estamos entonces, ante una celebración ritual de tipo
agrícola?
En el México precolombino, había una
fiesta durante el mes Tóxcatl y fray Bernardino de Sahagún nos dice: “Esta
fiesta era la principal de todas las fiestas: era como Pascua y caía cerca de la Pascua de Resurrección,
pocos días después.” En esta festividad se sacrificaba a un prisionero de
guerra que representaba al dios Tezcatlipoca. Este sacrificio tenía relación
con la fertilidad de los campos pues daba fin a la temporada seca. El nombre Tóxcatl
significa sequedad.
Al parecer, después de la conquista,
la resistencia cultural indígena unió ambas celebraciones dando como resultado
el sincretismo de la fiesta Tóxcatl con la Semana Santa. La
manifestación más contundente de esto es la escenificación de la Pasión de Cristo en
Iztapalapa en la cual la sangre cobra un papel preponderante al igual que en
las visiones prehispánicas y la crucifixión sucede en un lugar ritual de
adoración indígena: el cerro de la estrella.
Y si te interesan los misterios de la Biblia , te recomiendo leer El Evangelio de Judas, aunque es
considerado como uno de los evangelios apócrifos (es decir, no autorizados por
la iglesia) nos presenta una visión muy diferente de las razones que llevaron a
Judas a entregar a su maestro. También puedes leer la enciclopédica obra de
fray Bernardino de Sahagún Historia
General de las Cosas de Nueva España para conocer más acerca de los pueblos
nahuas de México.
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