Virus informático y el caballo de Troya
Abro mi correo
electrónico y un mensaje de alerta salta en la pantalla de mi computadora: un
virus informático o troyano ha intentado acceder al sistema. Mientras corro el
antivirus, recuerdo que en un principio a estos ataques cibernéticos ocultos en
mensajes se les empezó a llamar Caballos
de Troya. ¡Vaya! Resulta asombroso descubrir la influencia del mundo
antiguo en nuestra vida, pues los mitos y leyendas del pasado, sobreviven en
nuestro inconsciente colectivo y emergen a través de expresiones como Caballo de Troya.
Al parecer la
historia del caballo comenzó hace mucho tiempo cuando el troyano Paris se
enamoró de Helena, la más perfecta de las mujeres. El único defecto de Helena
era que ya estaba casada. Podemos imaginar que su esposo Menelao, rey de
Esparta no la atendía y amaba como ella necesitaba pues deslumbrada por el
joven Paris, huye con él a Troya (situada en la actual Turquía). Claro, otra
versión es que Afrodita, diosa del amor, le concede a Paris el don de encantar
a Helena para podérsela llevar. En todo caso, el hecho es que esta acción
desencadena la más grande guerra del mundo antiguo: la guerra de Troya.
Sabemos de esta guerra
gracias a tres fuentes principales: La Ilíada ,
(que recibe su nombre de Ilión, la otra forma en la que los griegos llamaban a Troya), la Odisea
(llamada así porque narra las aventuras
de Odiseo o Ulises a su regreso de Troya) y la Eneida
(que toma su nombre de Eneas, héroe troyano fundador de Roma).
De acuerdo a la Eneida ,
es Ulises quien desarrolla un plan para vencer la resistencia de los aguerridos
troyanos, que por diez años, han defendido sus murallas. Guiados por él, los
griegos construyen un enorme caballo de madera, lo dejan a las puertas de la
fortaleza como un obsequio y fingen la retirada del ejército. Los troyanos
piensan que es una ofrenda y temerosos de la ira de los dioses deciden meter el
caballo a su ciudad. Sin embargo, en el interior del caballo están los
principales guerreros griegos, quienes aprovechando la oscuridad, abren las
puertas de la fortaleza y destruyen la ciudad.
Actualmente los
hackers, modernos Ulises, ocultan amenazas y programas mal intencionados
disfrazados de las más diversas formas. Así, desde hace 2800 años, el concepto
de Caballo de Troya nos evoca un
peligro encubierto.
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