Gilgamesh o lo que significa ser humano

          Camino por los pasillos de la universidad. Delante de mí van dos alumnas. Una le platica animadamente a la otra sobre su viaje. Mientras una lo revive, la otra visualiza los sucesos y experimenta las emociones producidas por la narración y me pregunto desde cuándo los humanos contamos historias. Es difícil saberlo, pero la primera gran historia que quedó consignada en tablillas de barro se hizo con escritura cuneiforme alrededor del 2500 A.C. Es la obra literaria más antigua que se conoce  y se titula la Epopeya de Gilgamesh.

 

            En una época en la que la canción del año pasado parece ser hoy una reliquia, resulta sorprendente que un texto tan antiguo nos siga fascinando. ¿Qué tiene la historia de Gilgamesh que le ha permitido sobrevivir al paso del tiempo por más de 4,500 años?

             Gilgamesh de acuerdo a la mitología sumeria, era un rey (dos tercios dios y sólo un tercio humano) que gobernaba tiránicamente la ciudad de Uruk (hoy Irak). Ante el clamor del pueblo que sufría los abusos del rey, los dioses enviaron a Enkidu, una criatura salvaje y único mortal capaz de igualar en fuerza al tirano, para humanizar a Gilgamesh. 

            Tras enfrentarse en una lucha cuerpo a cuerpo en la cual Gilgamesh descubre que no puede derrotar a su oponente, ambos héroes se estrechan la mano y nace con ello una amistad. El tirano encuentra en Enkidu a un igual con el cual compartir sus hazañas. La amistad hace que Gilgamesh empiece a entender lo que significa ser humano. Con su nuevo amigo, se enfrenta al monstruo Hunbaba en el bosque de los cedros y después a la diosa del amor Ishtar y su toro del cielo. Parece que no hay obstáculo ni peligro que los amigos no puedan superar juntos. Sin embargo, al ser derrotada por los héroes, la diosa Ishtar decide vengarse enfermando a Enkidu hasta llevarlo a la muerte.  

Gilgamesh queda horrorizado ante la muerte de su amigo y descubre el tercio que le faltaba para ser humano: que él también debe morir en algún momento. La angustia lo consume. Deja de comer, deja de dormir, cualquier placer le parece vano. Entonces decide ir en busca de Utanapíshtim, (el que vio la vida) el sobreviviente del diluvio y único hombre premiado por los dioses con el don de la vida eterna.  

Así Gilgamesh emprende su última hazaña: encontrar la inmortalidad. ¿Quieres saber cómo termina esta historia? Te invito a leer la obra literaria más antigua que se conoce: La Epopeya de Gilgamesh.

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