Mictlán o por qué morimos



Me abro paso entre el laberinto de estantes cargados de publicaciones recientes de la librería y encuentro, sentados en el piso, a varios niños que cual pequeños exploradores, buscan los tesoros ocultos en las páginas de un libro. De repente, veo un cráneo en una mesa y a una niña que se lo muestra a su mamá mientras pregunta: Mamá, ¿por qué la gente se muere? Cuando las dos se alejan, tomo el libro (con el cráneo en la portada) que provocó esa pregunta existencial. Es un volumen sobre el pintor, ilustrador y caricaturista José Guadalupe Posada, con su ya emblemática Catrina en la cubierta. Y la pregunta que la humanidad se ha hecho desde el principio de los tiempos, regresa: ¿Por qué morimos?

Mientras paso mi mano sobre las hermosas ilustraciones, recuerdo un mito de los antiguos mexicanos que parece dar respuesta a esta pregunta. De acuerdo a la Leyenda de los Soles, documento colonial incluido, en el Códice Chimalpopoca, los dioses se preguntaron quién habitaría el mundo después de haber sido destruido en cuatro ocasiones. Entonces, Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, viajó por uno de los ombligos de la tierra, por donde se comunican los cielos y los mundos subterráneos y ahí comenzó el largo viaje hacia el lugar que no tiene puertas ni ventanas: Mictlán, el hogar de los muertos.  Después de atravesar muchos peligros, Quetzalcóatl llegó ante el Señor de la Muerte: Mictlantecuhtli y le pidió los huesos de los hombres antiguos para crear a la nueva humanidad.  Pero Mictlantecuhtli, no quiso darle los huesos. Entonces, Quetzalcóatl los robó y huyó.

Al regresar a la tierra, Quetzalcóatl molió los huesos y con su sangre les infundió la vida. Así nació la nueva humanidad. Sin embargo, aunque la sangre es divina y da la vida, los huesos pertenecen al mundo de los muertos, son propiedad de Mictlantecuhtli y eventualmente, la humanidad debe regresarlos a su dueño. Por eso morimos: para devolverle a Mictlantecuhtli los huesos que le pertenecen.

Si te interesa la mitología de los antiguos mexicanos, te recomiendo La leyenda de los Soles donde encontrarás historias llenas de magia que harán volar tu imaginación y si quieres una visión divertida de la muerte, busca las caricaturas y grabados de José Guadalupe Posada que seguro te fascinarán.

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